¡Menuda
polvareda se ha levantado con que si el Presidente de la Generalitat Valenciana, D. Alberto
Fabra, tiene un coach!, ¡Qué si es un inútil, que si para qué lo necesita, que
si ese servicio es innecesario, que si el presupuesto es elevado!
¿Cómo entender
bien qué es “Coaching” y ver con claridad entre tanta polvareda? Quisiera desde
estas líneas aportar un poco de luz sobre la labor que hacemos los coaches, en
qué consiste nuestro trabajo y por qué es tan valiosa nuestra labor. Vayamos
por partes aclaremos conceptos.
1.- Coach, Coaching y Coachee: El “Coach” es el profesional. La
actividad que desarrolla es el “Coaching”. El cliente al que acompaña en los
procesos, es el “Coachee”.
2.- Proceso de Coaching, Curso de
Coaching y Coacher:
Un “Proceso de coaching” es un periodo de acompañamiento, que hace un
profesional –Coach-, a un cliente –Coachee-, para que este último desarrolle su
talento y su potencial, y alcance un nivel de resultados determinados en lo
profesional y/o en lo personal. Un “curso de coaching”, es una formación que
puede variar de 30 a 250 horas docentes para capacitar a una persona y que
pueda ejercer la profesión. Debe incluir teoría y práctica, con una
cantidad de “horas de vuelo” imprescindibles, supervisadas y contrastadas sobre
unos estándares de metodología y calidad. El que supera los estudios y
demuestra en examen un correcto desempeño en situación real, obtiene una certificación como
coach. Decir “tengo un coaching”, es incorrecto; decir “soy coacher”, es
incorrecto. Tengo un Coach, es correcto; estoy haciendo un Proceso de Coaching,
es correcto. Estoy haciendo un curso de coaching, es correcto y significa que
esa persona se está preparando para desarrollar la actividad de forma
profesional.
3.- ¿Qué hace un coach?: Acompaña a su cliente en el proceso
de identificar modelos mentales y sistemas de creencias limitantes e
improductivos. Actúa como catalizador para que su cliente desarrolle aquellos
comportamientos, actitudes y nivel de desempeño que le impulsan a rendir por
encima de lo que hasta ese momento ha sido habitual. Un coach, nunca da la
respuesta, ni dice lo que hay que hacer, tampoco juzga, ni da la solución. Su
labor es más valiosa cuanto mayor es el espectro de perspectivas y alternativas
que le plantee a su coachee para que éste las sopese y desde la reflexión, tome
la mejor decisión en relación a la responsabilidad que tenga o el tema que le
ocupe. Un coach trabaja desde la más absoluta confidencialidad y debe cumplir
el juramento de secreto profesional. El coach ofrece espacios de reflexión para
que el coachee eleve su nivel de desempeño.
4.- ¿Quién contrata un coach? Suele ser el área de Recursos
Humanos –desde sus unidades de formación o desarrollo del talento- los que
realizan las contrataciones. En ocasiones son solicitadas desde las direcciones
ejecutivas o las direcciones funcionales de las organizaciones. Es muy
frecuente que los presupuestos de RRHH de las organizaciones contemplen
partidas presupuestarias para ello. Cualquier profesional puede contratar a
nivel particular los servicios de un coach para acometer objetivos del ámbito
profesional o personal.
5.- ¿Para qué tener un coach? Para mejorar el desempeño
profesional, para mejorar la vida personal, y en cualquier caso, para lograr
elevados niveles de autoconfianza, automotivación y desempeño, tanto en
comportamientos como en actitud. Igual que los deportistas de élite tienen un
entrenador que les acompañan a rendir al máximo y obtener resultados en las
competiciones, como hace Toni Nadal con su sobrino Rafael; de igual forma, un
coach acompaña a un profesional a que éste logre el mayor nivel de desempeño
posible dentro de sus capacidades para alcanzar los resultados y los objetivos
esperados de su responsabilidad. Si Rafael Nadal es buen deportista y da el
máximo de sí mismo es porque tiene un entrenador que le ayuda a superarse a sí
mismo. De igual forma, cualquier ejecutivo de cualquier organización debe dar
el máximo de sí mismo, superándose a sí mismo y ejerciendo un liderazgo que
facilite que su equipo de lo mejor de sí mismo.
6.- ¿Por qué es tan valiosa la
labor de los coaches?
Porque facilitan que los profesionales
sean más sólidos y equilibrados emocionalmente para tomar mejores decisiones,
comunicándose mejor con sus compañeros/equipo y desplegando un estado de motivación
y actitud que impulsa un espíritu de mejora permanente y la consecución de
resultados. La labor
del Coach contribuye a que sus clientes tomen en consideración sus propias
capacidades y recursos internos que antes quedaban ignorados, y contribuyen a
desarrollar unos niveles de comunicación interpersonal y liderazgo ejemplar que
va más allá de lo que hasta ese momento, en esa persona/profesional, era
habitual.
7.- ¿Qué valor aporta un proceso
de coaching? Valga como ejemplo el
estudio que realizó la consultora Manchester Inc., en relación al valor que
aportan los procesos de coaching a los profesionales de empresa –perfectamente
extensivo a otras actividades-, en el cual queda demostrado que hay dos niveles
de impacto:
- Impactos
tangibles de negocio: la productividad mejora hasta un 57%, la calidad un
48%, la fortaleza organizacional un 48%, servicio al cliente un 39%, la
reducción de quejas un 34%, la retención de equipos un 32%, la reducción de
costes un 23%, etc…
- Impactos intangibles de negocio: las relaciones de trabajo mejoran
hasta un 77%, la relación con los accionistas un 71%, el trabajo en
equipo un 67%, la relación entre compañeros un 63%, la satisfacción con el
trabajo desarrollado un 61%, la reducción del conflicto un 52% y el
compromiso organizacional un 44%.
8.- ¿Qué duración y precio tiene un Proceso de Coaching? La duración mínima recomendada para alcanzar un objetivo
puede oscilar entre cuatro y seis sesiones de entre una hora y hora y media de
duración. Cualquier profesional puede tener un coach de por vida, siempre y
cuando se eviten relaciones de dependencia. Suele ser habitual que las sesiones
se lleven a cabo con una frecuencia quincenal o mensual.
El precio de un proceso de
coaching dependerá del número de sesiones que se lleven a cabo y de la duración
de este. Las tarifas de los procesos de coaching ejecutivo, pueden oscilar
desde los 150€/sesión a los 500€/sesión. En ocasiones este máximo es superado
para Presidentes y Directores Generales de primeras firmas o profesionales con
elevados niveles de responsabilidad.
9.- ¿Quién cuenta con los servicios de un coach? Es muy habitual en las organizaciones que sean los
primeros responsables y los que son identificados como profesionales con
potencial los que cuenten con el acompañamiento de un coach. La mayoría de los ejecutivos de las empresas del IBEX 35 cuentan o han contado con
uno. En otras muchas empresas, también es habitual que muchos profesionales cuenten con los servicios
de un coach desde los presupuestos destinados al efecto. Si las organizaciones no tienen presupuesto, hay quien lo hace a nivel particular, pero entonces pierde sentido exigir al profesioinal que rinda para los intereses de la organización.
Conclusión: Da
igual que se llame Alberto Fabra o Perico de los Palotes, lo importante es que
cualquier persona debería buscar la manera de dar lo mejor de sí mismo en su
desempeño profesional, igual que lo hace un deportista de élite en su especialidad. Ellos solicitan ayuda para alcanzar resultados y a los demás aún nos falta dar ese paso para dar el máximo de nosotros mismos. Un coach también tiene su propio coach.
Llegados a este punto, la pregunta
que debemos hacernos es ¿en qué coste de "no-calidad" estamos incurriendo en nuestras organizaciones y desempeño profesional por negarnos a contar con el acompañamiento de un coach?, ¿en qué coste de "no-calidad" en el desempeño de sus funciones están incurriendo nuestros políticos por pensar que no lo necesitan?
¿Cuántos
profesionales, famosos, políticos, artistas, empresarios o simples ciudadanos
de a pié, comprometidos con ofrecer lo mejor de sí mismos, tienen un coach y
son discretos al respecto?
Eso sí, para solicitar los servicios de un coach, sobre todo, hay que tener un mínimo de valentía, humildad y capacidad para descabalgarse del ego. Lo suficiente como para decir: "sé que puedo dar más de mi mismo y para ello necesito alguien que me acompañe en el proceso de lograrlo".
Borja Milans del Bosch
Socio Fundador de Coaching360
Enhorabuena por el artículo, Borja. Suscribo todas tus aclaraciones ante errores frecuentes sobre el coaching. Son definiciones muy necesarias en estos tiempos de intrusismo, para seguir proporcionando a nuestros clientes la excelencia que se merecen.
ResponderEliminarMuchas Gracias, Elisa.
EliminarUna actividad profesional tan apasionante como es esta, está siendo desvirtuada por personas que, desde su desconocimiento, y sin ánimo de dañar, acaban por generar más confusión.
Creo que es deber de todos aportar claridad en cada momento y ocasión que lo requiera.
Un abrazo.